con tiempo has contruido un cascaron muy solido. cada curva del caracol esconde un pedazo de tu cuerpo fragil. el tiempo se confunde entre la sencillez de la forma que no deja dudas. no cabe otro a tu lado. el cuerpo flexible se ha ido acomodando, acoplado en cada una de las partes y las cosas parecen tan simples. lo son, simples, livianas, agradables. podrias tal vez... no. eres invulnerable ahi dentro. eres ageno y propio. propiamente tuyo. una concha solida que resiste los embates del mar furioso, la inclemencia del sol, la agresividad de un pez; resiste tambien a mi mano, que solo trata de tocarte. te aleja de mis ojos que quieren desubrirte. te niega.
es un cascaron tan duro, una seguridad tan fuerte que podrias persistir en vestirlo, incluso hacerle un par de pliegues mas... redondeados que te sostengan, que te escondan de este vertiginoso ciclo de perderse en otro.

ya no conoces el miedo. esa es una ventaja.

ya no tines que esforzarte. esa es una pena.

ya no me necesitarias y eso me duele.