Thursday, March 17, 2011

Me miras por el medio, y de pronto bajas la cabeza y apareces por encima. La claridad de una mirada que se ríe. Y presiento mi sonrisa, y tal vez un leve gesto en las cejas; llegan con la suavidad de la nieve. Me siento ahí completa, completa en ese instante y por un segundo. El mundo parece haber logrado marearme después de tantas vueltas. Y si tratara de caminar mis pasos serían torpes. Me venzo. Soy polvo, soy hoja, liviana. Tú, el aire. Y dejo que me empujes y floto. A veces, desde lo alto del cielo hasta el que me elevas veo la tierra de una solidez triste, severa. A veces sólo miro hacia arriba y la inmensidad se desplaza infinita un poco más adelante. Floto sin alas, pero floto ligera. Y estás ahí, eso pareciera.