Tuesday, October 13, 2009

Si la pregunta por el sentido de la existencia no se puede solventar, no se pude hacer otra cosa que vagar con ella a cuestas, como Chibchacún. Esa carga será destino de este viaje. Y entonces es inevitable derramar cada instante y rasguear curvas y líneas sobre cualquier fondo que las resista. Tintas decoloradas que intentan ser indelebles, pretenden recitar, aspiran descifrarlo. Y sufrir con el escrúpulo taladrante del fracaso: La llovizna las disuelve, como al barro. Pero el embrujado ambiciona darle algo a nada. Imperioso, entonces, garabatear otra vez, para convencerse que sólo hay vació; pero, el hechizo vence y, otra vez, la nada es… es nada.

2 comments:

Anonymous said...

nada de nada... eso lo se...
pero tengo que verlo... mas alla de lo que veo... mas alla de lo que siento... mas alla. Hasta que me de cuenta que soy yo y mi maldita testarudez y no El alimentando nada de nada... eso lo se.

Anonymous said...

pero bueno... se que tambien no era para mi.